Cómo montar y limpiar un acuario

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es colocar el pozo del acuario a nivel, ya que un nivel de agua en pendiente podría someter al tanque a una presión desequilibrada. Una vez hayas elegido la ubicación del contenedor, estarás listo para montarlo y amueblarlo según tus gustos.

La puesta en escena

Antes de montar un acuario es imprescindible llenarlo de agua para comprobar que no haya fugas. Es una buena idea preparar un anteproyecto antes de amueblar la bañera, así tendrás una idea de cuál debe ser el resultado final. Al hacer esto, ahorrará mucho tiempo y evitará realizar varios intentos.

Lo primero que se debe colocar dentro del contenedor es el fondo, que debe estar compuesto principalmente por grava (posiblemente fina) y cualquier piedra artificial y objetos específicos para acuarios. Las rocas grandes deben colocarse directamente en el fondo del tanque, para evitar derrumbes accidentales que podrían dañar a los peces.

Los calentadores y termostatos se pueden ocultar detrás de muebles más grandes, siempre que los dispositivos no estén cubiertos por grava. Recuerde que el termostato debe colocarse en el lado opuesto al punto donde se encuentra el calentador. Además, nunca debe encender la electricidad hasta que los dispositivos térmicos estén completamente cubiertos de agua.

Llene el tanque suavemente, sin mover la grava del fondo. Un truco útil es poner un plato o palangana sobre la grava, para que el agua caiga al acuario sin mover los materiales colocados en la base.

En cuanto a las plantas, ya es posible colocarlas dentro del tanque vacío, incluso si es preferible colocarlas en presencia de agua, para evaluar de inmediato el efecto visual y ordenarlas a medida que avanza.

La instalación de los sistemas y el rodaje

Una vez que se hayan completado las operaciones de configuración, puede comenzar a instalar los sistemas de iluminación, calefacción y filtración de agua. Una vez que la tina está llena y tus manos están fuera del agua, puedes activar el compresor conectado al filtro y la piedra porosa.

Unas horas después del encendido, la temperatura se estabilizará y el agua quedará clara y límpida. Una vez hecho esto será necesario iluminar el tanque, como si ya estuviera lleno de peces y tendrás que dejar esta condición sin cambios durante dos o tres semanas.

En este período de tiempo permitirás que las plantas echen raíces con las raíces y que el filtro biológico madure y desarrolle su colonia bacteriana. Esta fase es extremadamente importante para crear un ecosistema acuático sano y habitable. En este punto, después del período de rodaje, puede poner el pez en el tanque.

Mantenimiento y limpieza

Para asegurar la salud de tus peces es fundamental que cuides constantemente el acuario en el que viven. Recuerde que limpiar el tanque requiere tiempo y paciencia. Si quieres mantener en óptimas condiciones el hábitat de tus amigos submarinos, será necesario limpiar la grava, el filtro, el fondo y el cristal del acuario, si se incrusta.

El mantenimiento frecuente le permitirá mantener en equilibrio el delicado ecosistema acuático. La mala higiene del tanque, por otro lado, convertiría el agua en un estanque turbio que sería dañino para los peces.

Si la limpieza se realiza con regularidad y sin errores, ni siquiera será necesario sacar toda el agua del recipiente.

Objetivos de limpieza

Como regla general, hay tres objetivos que se deben lograr al limpiar un acuario: eliminar compuestos orgánicos, regular los ciclos de nitratos y reponer los minerales esenciales. El mantenimiento del tanque debe ser tanto diario como semanal. En el primer caso se trata de realizar pequeñas limpiezas que solo toman unos minutos al día.

Esto le permitirá mantener el acuario en excelentes condiciones entre una intervención y otra. En primer lugar, es fundamental eliminar todo el pienso residual que los peces no consumen después de cinco minutos de la comida; esta operación evitará que los restos de comida se desintegren en el agua.

Compruebe siempre que la temperatura y el peso específico del agua sean óptimos, para mantener el hábitat en condiciones ideales para los peces. Sugerimos realizar una prueba de agua al menos una vez a la semana, con el fin de evaluar los niveles de pH, amoniaco y nitrato presentes en el acuario.

Obviamente, no olvide hacer una revisión exhaustiva para verificar el correcto funcionamiento de los accesorios de la bañera, como luces, filtros y bomba de agua.

Cuando y como cambiar el agua

Los cambios de agua o el llenado dependen exclusivamente de la cantidad de peces en el tanque y su tamaño. Normalmente se recomienda un cambio de agua parcial del 20% del volumen total cada tres semanas; esto para acuarios de agua dulce.

En cuanto a los tanques marinos, sin embargo, es necesario cambiar un 10%, al menos durante el primer año. Al limpiar un acuario cambiando completamente el agua, antes de vaciarlo es necesario desconectarlo de la red y asegurarse de que el filtro esté inactivo. Evidentemente, mientras tanto habrás procedido a trasladar el pescado a otro recipiente. En este punto será posible limpiar las paredes del acuario usando una esponja-imán y un paño empapado en agua tibia. Si hay incrustaciones rebeldes en el vidrio, también puede usar jabón de Marsella.

Limpie los filtros con un chorro de agua tibia y enjuague cuidadosamente las plantas ornamentales y los objetos que se encuentren dentro de la bañera. Finalmente, revise el vidrio y vuelva a montar todos los accesorios, asegurándose de que funcionan correctamente. Si te asusta la idea de limpiar a fondo un acuario, te sugerimos que contactes con un experto en el sector.