Entrenar a un gato no es tan imposible como muchos pueden pensar; de hecho, existen algunos métodos muy divertidos y efectivos.
¿Quién dijo que el entrenamiento es solo cosa de perros? Los gatos también pueden aprender y educarse a través de ejercicios específicos. Sin duda, llevará más tiempo y una buena dosis de paciencia, pero si sabe qué hacer no será una tarea imposible.
Antes que nada, antes de intentar adiestrar a tu felino, es fundamental conocer bien a Micio, ya que como todos los animales, cada gato tiene una disposición individual. Claramente, no se puede esperar que los mismos ejercicios educativos que realiza un perro produzcan los mismos resultados que un gato.
Sin embargo, hay algunos puntos en común entre las dos especies, que exploraremos juntos en el transcurso de este artículo.
La importancia de entrenar a Kitty
¿Por qué es tan importante enseñarle juguetes a tu gato? La pregunta va mucho más allá de la pura diversión, ya que determinados ejercicios consiguen estimular la mente y el cuerpo del animal. De esta forma le darás a tu peludo amigo la oportunidad de aliviar el estrés y combatir el aburrimiento, que suele provocar comportamientos agresivos y desagradables.
Una sesión de ejercicio constante ofrece a Micio la oportunidad de moverse y mantener su cuerpo en forma. Considerando ya este factor, este es un resultado digno de mención, si pensamos en lo generalizados que están los problemas relacionados con la obesidad entre los gatos domésticos.
Empecemos por la recompensa
Como hemos adelantado, hay un aspecto que une el adiestramiento del perro y el del gato que es la recompensa al final del juego. Si queremos obtener buenos resultados, debemos asegurarnos de tener un buen suministro de deliciosas golosinas para ofrecer a la mascota.
Para estar satisfecho, un perro solo necesita ver a su dueño feliz con el resultado, por esta razón Fido a menudo se satisface con una caricia y palabras tiernas después de completar con éxito un juego educativo. Lamentablemente con Micio no es exactamente lo mismo.
No todos los felinos están satisfechos con simples abrazos y, a menudo, esperan recibir un delicioso manjar en la comida. En virtud de esto, está claro que la mejor manera de adiestrar a un gato es enseñarle algo «tomándolo» por el cuello.
Sin embargo, es importante elegir sabiamente los bocadillos de recompensa, asegurándose de optar por golosinas saludables y no muy calóricas. Es cierto que cada sesión de ejercicio requiere un esfuerzo físico por parte del animal, pero no hay que arriesgarse a engordar al gato alimentándolo con alimentos excesivamente grasos.
Métodos de entrenamiento felino
Los mejores juegos para gatos son las que involucran activamente a Micio, pero antes de estudiar los ejercicios para someterle, es necesario seguir tres reglas fundamentales: paciencia, continuidad y consistencia.
Estos tres elementos deben ser la base de cada sesión de entrenamiento, para asegurar que incluso el felino más indisciplinado y obstinado pueda dar una buena satisfacción. En primer lugar, es importante tener «paciencia» con los gatos, ya que tienden a aprender solo si no se sienten obligados a hacer algo.
Al contrario, deben divertirse, así que tendrás que armarte de paciencia con Micio, respetar sus tiempos y evitar insistir en que juegue si no quiere. Trate de enseñarle un juego a la vez y asegúrese de que lo haya aprendido bien; sólo después de obtener buenos resultados puede pasar a un nuevo ejercicio.
El segundo aspecto importante es la «continuidad», que se traduce en ejercicio diario. Si el entrenamiento no es constante, todo el trabajo previo será inútil. Lo ideal sería tener sesiones de juego diarias de quince minutos cada una.
No obstante, recuerda respetar siempre al gato y si muestra desinterés o lo ves molesto deja de hacer ejercicio, para evitar mordeduras o arañazos. Por otro lado, cuando un felino está nervioso, su cuerpo envía señales muy claras: orejas bajas, pupilas dilatadas, movimientos nerviosos de la cola, pelos erizados, etc.
El último aspecto a considerar pero no menos importante es la “coherencia”. Cuando entrenes a Kitty, usa siempre el mismo método, a los gatos no les gustan los cambios. Tal vez comience diciendo su nombre y luego enséñele qué hacer. Evite cambiar palabras y tipos de recompensa para evitar confundir al felino.
Una vez que el animal haya dominado el ejercicio, reduzca gradualmente la cantidad de golosina.
Algunos trucos de enseñanza
Si se pregunta con qué ejercicios educativos comenzar, le sugerimos algunos de los más simples y populares, a saber, «chocar los cinco» y «sentarse». Veamos a continuación cómo hacer que Micio realice los dos ejercicios en detalle:
1 – Batir cinco
Primero debes animar al gato a que mueva una de las dos patas delanteras. Cuando Micio lo levante, prepárese para recompensarlo con un crujiente. Para facilitar esto, tome una golosina en su mano y espere hasta que el gato intente agarrarla con una pata; también en este caso recompensa su esfuerzo.
Como último paso del juego, levanta la mano aún más alto y espera a que el gato lo toque con la pata. Dale un pequeño premio a Micio cada vez que triunfe en la empresa y durante el ejercicio no olvides repetir con firmeza la frase: «¡Choca esos cinco!».
2 – Siéntate
Suavemente lleva tu mano a la cara de Micio y deja que lo huela. Mientras el gato está ocupado oliendo la mano, mueva suavemente la cabeza hacia arriba y hacia atrás. Casi automáticamente, el gato flexionará sus patas traseras y se sentará.
Repite el ejercicio varias veces y recuerda premiar al animal con un refrigerio cada vez que termine. Obviamente, no olvide escribir bien la palabra “sentarse” durante la sesión de juego.
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